¿Qué es lo primero que ves cuando entro en una casa? pregúntame, no puedo atenderte de la mejor manera posible, porque sin ver cómo es tu habitación, sin los muebles, sin los accesorios, sin conocer tus gustos, sin la iluminación y otros factores muy importantes en la decoración ver, se me es imposible asesorarte adecuadamente.
Los colores que nunca fallan en la habitación
No importa si tu habitación es pequeña o grande, qué colores tienen tus muebles y otros elementos decorativos, El blanco y los tonos claros de verde y arena pueden combinar con cualquier cosa y ayudan a llenar tu espacio de luz y hacer que se vea más grande.
No importa el estilo de decoración de interiores que elijas para tu habitación, estos colores se pueden adaptar. Por ejemplo, el blanco o tonos de gris más suaves son perfectos para un estilo minimalista.
Un color que te hace sentir feliz
Un color que te hace sentir feliz es una gran elección para una sala de juegos. Esto quiere decir que eliges un color que siempre te ha gustado y que te hace feliz con solo mirarlo. De esta manera, será un espacio especial para ti y tus hijos también. Solo tendrás que buscar los colores que mejor combinen con la decoración, ¡pero seguro que encontrarás todo a la vez y te encantará el resultado!
El rosa no es solo para niñas y es perfecto para salas de juegos. Puedes elegir un color más o menos pigmentado, según el gusto de tu hijo o hija, solo tienes que preguntar.
Si no desea saturar la habitación con rosa también, puede usarlo en una pared como color de acento. Aunque el color rosa suave es adecuado para cualquier habitación, especialmente el rosa pálido.
Tonos pastel
El estilo vintage está en auge en el mundo de la decoración. Un estilo que queda muy bien en todo tipo de hogares y que tiene cierto toque de nostalgia. Pues también puedes llevarlo a tu salón con paredes en colores pastel, como el azul serenidad o el rosa cuarzo. Son tonos que transmiten paz, por lo que te ayudan, más allá de la estética, a crear un espacio donde relajarte.
Usa el color gris ¡Elegancia y sofisticación!
Si hablamos de colores para el salón, tú prefieres el gris. Usarlo en las paredes en un color fuerte siempre hace de cualquier estancia una expresión de elegancia y sofisticación.
Ahora bien, si además incluyes muebles y algunos complementos del mismo color, pero un poco más claro, seguro que se consigue una composición perfecta.